Una chica acude a consulta con depresión debido al fracaso continuado en sus relaciones amorosas.
Conoce a una persona con pareja, y aún así, establece una relación, con la promesa de que la iba a dejar por ella, “esto ya huele a chamusquina” ¿os suena? , naturalmente que sí,porque este hecho nunca llega la mayoría de las veces, y se repite muchísimos en la historia de la relaciones amorosas.
Ella, como es de esperar da un tiempo a esta situación, y al final tiene que romper, ya que se enamora perdidamente y no puede soportar que él siga con su pareja.
Queda sola,desengañada, desolada y lo que es peor con la autoestima y ánimo por los suelos. Preguntándose continuamente como había podido caer en la trampa, (“con los valores que ella tiene”…) en manos de un sujeto infiel. “Todos los hombres son infieles” repetía esta frase una y otra vez, como si fuera un mantra.
La culpa según ella era de él, del infiel, no se responsabilizó de la situación, por lo tanto iba de víctima, con lo cual, se quedó sin poder; repitiéndose la historia dos veces más.
La pregunta fue la siguiente:
¿Quién es más infiel ellos o tú?
La reacción os la podéis imaginar…
Contestación de la psicóloga:
Para mi entender los dos; “Dios los cría y ellos se juntan”
Estos individuos están haciéndote de espejo.
Le estaban mostrando que la infiel era ella.
Ella es infiel consigo misma, no actuó de manera coherente ni congruente, es decir no había armonía entre lo que pensaba y lo que sentía, con lo que hacía, por lo tanto no actuaba con honestidad hacia ella misma. Es una chica en los que la relación de pareja para ella tiene unos valores y unos compromisos que ella no estaba cumpliendo.
Si tienes alguna duda me escribes o deja un comentario.
Toñi Puertas.
