Una persona es más madura cuando aprende de sus errores y asimila los conflictos o experiencias negativas.
Las personas maduras son más fieles tanto a sus parejas como así mismos, actúan desde la coherencia, congruencia y consistencia y aquí está el quid de la cuestión.
Una mujer madura cuando se permite la infidelidad está respondiendo de forma adaptativa a su realidad y con consciencia de que su acción no va en contra de sus valores, y si en favor de su libertad de acción.
En el caso del hombre, simplemente renunciar a la infidelidad es un indicativo de madurez, el perfil del hombre infiel es un hombre inmaduro.
“Las peores personas son más fácilmente perdonadas”: son personas que comenten infidelidades con menos comedimientos y sin impórtales el perjuicio que producen a su pareja. Estas personas suelen tener una personalidad narcisista-egocéntrica, saben escoger parejas inmaduras con la que establecen vínculos de dominancia-sumisión, logrando así ser perdonas más fácilmente.
La variante femenina de este modelo es menos frecuente, haciendo incluso que su pareja acepten sus infidelidades.
Por fortuna, tanto hombres como mujeres después de un tiempo logran reaccionar y abandonan a sus parejas.
Toñi Puertas.
Terapia de Parejas Marbella
Psicóloga en Marbella . Col. AO-04919